jueves, 1 de marzo de 2012

Volvamos al pasado real para resolverlo.

Ejercicio extraído de textos de Alberto Suarez:

1° Día:
         Consigue fotos sobre ti, de distintos momentos de tu vida (por ejemplo una foto de bebe, otra de 5 años, otra adolescente, otra de joven, etc). 
Cuando las tengas, guárdalas en tu bolsillo o en tu cartera y que te acompañen durante todo el día.
Al final de la jornada tómalas en tus manos sin observarlas demasiado y siéntate cómodamente, cierra tus ojos has unas cuantas respiraciones profundas por la boca y intenta darte cuenta que te ocurre, registrando las sensaciones corporales y los sentimientos (por lo menos, 15 minutos)
Probablemente, tu mente te pregunte ¿que sentido tiene buscar fotos del pasado y limitarte a llevarlas contigo? , son razones que aun no puedes comprender , son las razones del corazón y es precisamente a tu corazón que esta dirigida esta experiencia, el solo hecho de buscar fotografías produce movimientos en tu corazón y por más que las guardes "el sabe" de su presencia y "siente" esa presencia. 
Esta experiencia ocurre en un nivel que no es habitual en ti y por lo tanto no pretendas comprenderla racionalmente, solo hazla.

2° Día:
          Lleva las fotos durante toda la jornada y al finalizar el día dispone de un rato de total privacidad. Tomas las fotos siéntate cómodamente cierra los ojos y por 5 minutos dedícate a respirar por la boca exhalando con fuerza como si junto con el aire viciado quisieras expulsar los bloqueos de tu memoria. 
Abre los ojos y coloca las fotos ante tu vista. Durante 30 minutos dedícate a mirar las imágenes de ti mismo y no intentes controlar nada, si surgen pensamientos permítelos, si surgen imágenes permítelas, si surgen recuerdos permítelos, si surgen emociones, permítelas.
Finaliza el ejercicio de hoy expresando como quieras lo que sucede en ti y ten en cuenta que si optas por reprimirte no tendrás a quien atribuir la responsabilidad de tu negación. Tu y solo tu estarás eligiendo no liberarte de lo que de cualquier modo y aunque te empeñes en negarlo esta moviéndose en tu interior; claro que también tu y solo tú, puedes elegir vivir y vivirte.

3° Día:
         Lleva las fotos durante toda la jornada al finalizar el día dispone de 1 hora de aislamiento.
Tomas las fotos cierra los ojos y por 5 minutos respira profundamente por la boca exhalando con fuerza como si junto con el aire quisieras desprenderte de las evitaciones que tampoco ya te sirven. Abre los ojos y pon ante tu vista la foto más antigua. 
Lo más probable es que tu mente provoque una fuerte resistencia ante lo que sigue pues lo que harás a continuación, constituye una violación del tan particular sentido lógico que ella posee. No luches contra tu mente. Seria inútil. Limítate a aceptar su rebeldía y has la experiencia pese a ella. Durante los próximos minutos te ruego que suspendas tu juicio crítico y te conviertas en un receptor pasivo de lo que ocurrirá. Acepta todo lo que pienses y sientas sin detenerte a pensar si si o si no. Solo recibe sin juzgar y mirando la imagen que contiene la foto, imagina que puedes comunicarte con el niño o la niña que estás viendo dirígete a él o a ella y pide que te hable de si, de cómo vive, de cómo son sus relaciones con quienes vive, de sus alegrías de sus tristezas de sus goces de sus dolores de sus sueños de si es feliz y de que necesita.
Una vez formuladas tus preguntas dedica los siguientes 10 minutos solamente a escuchar todo lo que recibas, absolutamente todo, inclusive el silencio que es una forma de respuesta. En tanto lo haces, expresa lo que sientas ante lo que oigas o no oigas y no te ahogues, por favor, ya no. Repite el procedimiento con la fotografía restantes. 

4° Día:
           Tomate un descanso permite que la vivencia en tu interior haga el trabajo solo date cuenta de lo que ocurre en ti pero no intentes controlarlo ni dirigirlo porque es un proceso interno como un rio, que en un principio dado que recién surge no sabe cómo ni hacia donde fluir. Gradualmente ira superando los obstáculos hallara el camino apropiado y correrá libre y continuo hacia el mar y la vida, si lo permites, fluirá de ti hacia ti.

¿Cuál ha sido el resultado de esta experiencia?
¿Ratifica o rectifica tu historia oficial?
¿Cómo te sientes ahora?
Si te entregaras a tus sentimientos ¿Que harías con lo que sientes?
Si expresar lo que sientes no daña a otro ser, ¿Quien te lo impide?




Iremos a tu pasado real, al que viviste mas allá de lo que te digas que viviste o que no viviste al que está en ti, presente, mas allá de lo que hayas bloqueado, ese pasado que también eres tu aunque hoy no te reconozcas en el, volveremos al pasado para verdaderamente permitirle que pase, para que verdaderamente hacer que se quede en el “allá” y en el “entonces” y cese de contaminar el aquí y el ahora
Volveremos al pasado para volver a izar las anclas que te mantienen inmovilizado y sin poder navegar libremente en el océano de la vida. Volveremos en el pasado no para regodearte en él y lamerte las heridas, sino para verdaderamente decirle adiós, para poder volver a estar todo tu con todo lo que eres, con todo él quien eres en el hoy. Para poder renunciar a lo viejo y verdaderamente poder abrirte a lo nuevo.
La experiencia que te propuse en el párrafo anterior contiene una fuerte carga emocional, no es fácil y requerirá de tu parte dedicación, tiempo, trabajo, apertura y valor.
¡Los mismos requisitos que necesitas para vivir!

Para ser capaz de amar plenamente, necesito reconocer y aceptar que también soy capaz de experimentar resentimiento.
¿O pretendo ser una moneda con una sola cara?

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