miércoles, 29 de agosto de 2012

Polaridad y Unidad II

El que dice: Hermoso, esta creando: Feo. 

El que dice: Bien, esta creando: Mal. 
Resistir determina: No Resistir, 
Confuso determina: Simple, 
Alto determina: Bajo, 
Ruidoso determina: Silencioso, 
Determinando determina: Indeterminado, 
Ahora determina: Otrora. 
Así pues, el sabio actúa sin acción, 
Dice sin hablar. 
Lleva en si todas las cosas, 
En busca de la unidad. 
El produce, pero no posee, 
Perfecciona la vida, pero no reclama reconocimiento, 
Y porque nada reclama nunca sufre perdida 


Tao-T-King : Verso II 

Polaridad y Unidad:

Jesús les dijo :” Cuando de los dos hagáis uno y cuando hagáis lo de dentro como lo de fuera y lo de fuera como lo de dentro, y lo de arriba como lo de abajo y de lo masculino y lo femenino hagáis uno, para que lo masculino no sea masculino, ni lo femenino sea femenino, cuando hagáis ojos en vez de un ojo y una mano en vez de una mano y un pie, en vez de un pie y una imagen, en vez de una imagen, entonces entraréis en el reino.” 
Tomas. Evangelios Apócrifos, Capitulo 22 


Al decir Yo, el ser humano se separa de todo lo que percibe como ajeno al Yo: el Tú, y desde ese momento, el ser humano queda preso en la polaridad. Su Yo lo ata al mundo de los contrapuntos que no se cifran solo en el Yo y en el Tu, sino también en lo interno y lo externo, mujer y hombre, bien y mal, verdad y mentira, etc. El Ego del individuo le hace imposible percibir, reconocer o imaginar siquiera la unidad, o el todo en cualquier forma. La conciencia lo escinde todo en pareja de contrarios que nos plantean un conflicto porque nos obligan a diferenciar y a decidir. 
Nuestro entendimiento no hace otra cosa que desmenuzar la realidad en pedazos más y más pequeños (análisis), y diferenciar entre los pedazos (discernimiento). Por ello, se dice sí a una cosa y al mismo tiempo no a su contrario, pues es sabido que los contrarios se excluyen mutuamente. 
Pero con cada no, con cada exclusión incurrimos en una carencia y para estar Sano hay que estar completo. Tal vez se aprecie lo estrechamente ligado que está el tema enfermedad-salud con la polaridad. Pero aun podemos ser más categóricos: Enfermedad es polaridad, curación es superación de la polaridad. 
Mas allá de la polaridad en la que nos encontramos inmersos, está la unidad; el uno que todo lo abarca, en el que se aúnan los contrarios. Este ámbito del Ser se llama también: El Todo, porque todo lo abarca y nada puede existir fuera de esta unidad. 
En la unidad no hay cambio ni transformación, ni evolución, porque la unidad no está sometida al tiempo ni al espacio. La unidad del Todo está en reposo permanente, es el Ser puro sin forma ni actividad. 
Todas las manifestaciones positivas nacen de nuestro mundo dividido. Desde el punto de vista de nuestra consciencia bipolar la unidad se aparece como la nada. Los occidentales, especialmente, suelen reaccionar con desilusión cuando descubren que el estado de consciencia que persigue la filosofía budista, el Nirvana , suelen significar nada (textualmente, extinción). 
El Ego, desea tener siempre algo que se encuentre fuera de él y no le agrada la idea de tener que extinguirse para ser uno con el Todo. En la unidad Todo y nada se funden en uno, la nada renuncia a toda manifestación y límite, con esto se separa de la polaridad. El origen de todo ser es la nada (El Ain Soph de los Cabalistas, el Tao de los Chinos) es lo único que existe verdaderamente, sin principio ni fin por toda la eternidad. A esta unidad podemos referirnos pero no podemos imaginarla, es la antítesis de la polaridad y solo se concibe y incluso en cierta medida se experimenta por el ser humano, por medio de determinados ejercicios o técnicas de meditación que desarrolla la capacidad de unir por lo menos transitoriamente la polaridad de su conocimiento, pero esta unidad siempre se sustrae a una descripción oral o análisis filosófico porque nuestro pensamiento precisa la premisa de la polaridad. Sin polaridad, sin la división en sujeto y objeto, en reconocedor y reconocido, no es posible, porque en la unidad no hay reconocimiento, hay solo ser y en la unidad termina todo el afán, el querer y el empeño todo el movimiento porque ya no existe un exterior que anhelar. Es la vieja paradoja. Todos poseemos una consciencia del mundo polarizada pero es importante reconocer que lo polar no es el mundo sino el conocimiento que nuestra conciencia nos dá de él. Si observamos la Ley de Polaridad, un ejemplo es la respiración donde la inhalación y exhalación se alternan constantemente y rítmicamente. Es el ritmo básico de toda vida, lo mismo nos dice la física que afirma que todos los fenómenos pueden reducirse a oscilaciones, si se destruye el ritmo se destruye la vida, pues la vida es ritmo. El que se niega a exhalar, el aire no puede volver a inhalar, asique una depende de la otra, sin su polo opuesto no es posible, si quitamos uno, quitamos el otro. 
La polaridad es como una puerta que de un lado tiene escrita la palabra entrada y en la otra salida, pero siempre es la misma puerta y según el lado, porque nos acercamos vemos uno u otro aspecto, que luego contemplamos sucesivamente y creamos el concepto de tiempo. Detrás de la polaridad está la unidad, detrás del tiempo se haya la eternidad, eternidad que entendemos en el sentido metafísico de intemporalidad.