jueves, 1 de marzo de 2012

Un cuento para reflexionar ¿Que soy?

El pequeño aguilucho se sentía incomodo y no comprendía el porqué de tal situación. Mas la incomodidad era obvia.
Si durante varias semanas se había sentido abrigado, alimentado, protegido y seguro dentro del huevo, ¿Qué le ocurría ahora?.
El huevo era el mismo. Intento mover sus alitas y no pudo. Los limites del huevo avíense vuelto escasos e insatisfactorios. Intento respirar y no puro.
El aire del huevo aviase vuelto toxico. Intento estirar sus patitas y no pudo. El poco espacio del huevo le impedía moverse.
De pronto comprendió que permanecer en el huevo implicaba aprisionamiento e inmovilidad. El huevo era el mismo. El, ya no era el mismo.
A través del cascaron se comunico con su mama águila, ¿Qué puedo hacer mama? – Amado hijo, solo tienes una alternativa: Romper el cascaron y abandonar el huevo. Ya no puedes contener tu necesidad de crecimiento y tu crecimiento pide un nuevo mundo.
El aguilucho dejo vagar su mirada por el huevo y su joven pecho se encogió como si quisiese volver a ser pequeñito.
Vacilante, quebró con su piquito las paredes de huevo y luego se cobijo bajo las cálidas alas del águila. Nuevamente pudo mover sus alitas, nuevamente pudo alimentarse, nuevamente pudo respirar y nuevamente pudo estirar sus patitas.
La incomodidad habíase convertido en un recuerdo, ahora todo estaba en orden. Paso un tiempo, el aguilucho continuo desarrollándose y nuevamente se sintió incomodo sin comprender el porqué. Durante varias semanas habíase sentido abrigado, alimentado, protegido y seguro en el nido. ¿Qué le ocurría ahora? El nido era el mismo. Intento abrir sus no tan pequeñas alas y no pudo. De pronto comprendió que los límites del nido le aprisionaban y inmovilizaban. El nido era el mismo. El, ya no era el mismo. Confundido se comunico con su mama águila ¿Qué puedo hacer mama? – Amado hijo, solo tienes una alternativa: Abandonar el nido, ya no puedes contener tu necesidad de crecimiento y tu crecimiento pide un nuevo mundo.
El aguilucho dejo vagar su mirada sobre el nido y sintió que algo (otro cascaron) estaba quebrándose, miro a su mama y su joven pecho se encogió como si quisiese volver a ser pequeñito. Vacilante se paro en el borde del nido, contemplo la inmensidad del espacio desplego sus alas,  y se lanzo a volar. La incomodidad se había convertido en un recuerdo. Ahora todo estaba en orden. Sabía que algún día, también tendría que romper este nuevo cascaron y abandonar este nuevo nido, pero aquí y ahora el cielo era todo suyo.

Vivir es un constante transformarte, romper cascarones, abandonar nidos y lanzarte a volar.
Vivir es un constante dejar lo viejo y abrirte a lo nuevo.
Vivir es un constante darte cuenta de que nada es permanente.
Vivir es un constante percatarte de que solo puedes lograr la permanencia a través de la mutación.
Vivir es un constante no resignarte.
Vivir es un constante atreverte a cambiar.

¿Crees que eres muy diferente al pequeño aguilucho?
¿Qué tal tu huevo/nido actual?
¿Te sientes cómodo en el?
¿Puedes alimentarte, respirar y moverte como lo necesitas y quieres?
Si estas pronto y decidido a lanzarte a volar siente y vive.
Créeme que volar, no es solo para los pájaros.


Con toda la fuerza del inicio, con todo mi amor es lo que le deseo a mi socia.
 Silvana

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